frases célebres

miércoles, 14 de abril de 2010

¿Es la violencia otro de los componentes biológicos del ser humano??


Hablábamos ayer del caso de Marta del castillo, como ejemplo de violencia gratuita. Tras publicar parte del auto de apertura del juicio oral, donde se imputa a Miguel Carcaño dos delitos de violación y uno de homicidio, nos preguntábamos si la cárcel era un medio eficaz para la reinserción social o si el hombre era violento por naturaleza. Analicemos estos temas.

Todos sabemos que para ir a la cárcel hay primero que cometer un delito. Estamos de acuerdo en que un delito es una grave falta, que en sí misma viola todas o algunas de las normas de convivencia de una sociedad. Y en claro golpe contraatacante, la sociedad genera un dispositivo para castigar dicho delito. Con unos trescientos años de vida, ese dispositivo se fundamentaba en los trabajos forzados y la pena capital. Al igual que la sociedad, también evolucionó la pena y desembocó en la privación de libertad. Pero algunos sectores extremistas criticaban impunemente esta medida, y se llevó a cabo una reforma penal donde se cambiaba el objetivo de la pena. Ahora se trata, no de castigar, sino de enseñarle al delincuente las formas y las normas para que pueda reinsertarse de nuevo en una sociedad al que nunca perteneció.

Por otro lado, dentro de la prisión, no sólo no aprenderá nada que le ayude a esa vuelta al mundo exterior, salvo en contados casos, sino que tendrá incontables lecciones de cómo delinquir más y mejor. Su vida dentro de aquel lugar de castigo, se fundamentará en salvar la vida y la búsqueda de contactos que garanticen tanto su supervivencia como su posible fuga. Por lo tanto cabe preguntarse llegado a este punto, ¿Qué falla entonces? ¿Si no entra en prisión, qué castigo deben tener los delincuentes? ¿Si el nivel de delincuencia no es el mismo en los individuos, por qué ha de serlo el sistema penitenciario? ¿Es justo que paguen con la misma pena el que roba una cartera que el que viola y mata a una cría? ¿Es sólo el tiempo de la pena el único nivel diferenciador entre los distintos niveles de delincuencia? Más bien la cárcel, yo diría, que es una enorme academia de delincuencia donde entran los aficionados y salen verdaderos profesionales. Obviamente no funciona, pero no soy yo quien puede o debe proponer reforma alguna. Simplemente aspiro a ser una especie de conciencia popular.

Por otro lado tenemos al delincuente per se. La maldad personificada. ¿Es violento por naturaleza el ser humano?
Veamos, hay numerosos experimentos científicos que lanzan un haz de luz al tema. Según Robert Hare, profesor emérito de la Univesity of British Columbia e investigador de renombre en el campo de psicología criminal, la violencia es una disfunción en el cerebro y hay algunos factores que la potencian u originan. Se ha comprobado que las personas que son patológicamente violentas no piensan como los demás. La zona límbica del cerebro no funciona, o lo que es lo mismo; no son capaces de racionalizar los sentimientos. Por otro lado, si alguien es blanco de una agresión extrema a los cinco años, lo más probable es que sea un asesino o un ser violento quince años después. El ser violento tiene un claro ingrediente diferenciador del resto de los de su especie. !Bueno! más que tener, tendríamos que decir que carece, pues se trata de la empatía. Es incapaz de sentir compasión, ni tiene la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona. Por eso decimos que no comprendemos cómo piensa un asesino, porque sencíllamente piensa diferente a los demás. Según Robert Hare, el uno por ciento de la población padece psicopatía. Eso significa que sólo en EEUU supone que hay unos dos millones de psicópatas. Es una cifra escalofriante. !Cualquiera puede ser un psicópata! También dice el profesor que un psicópata puede llegar a relacionarse significativamente en la sociedad, pero ve la las personas como objetos. Lo que nos lleva a pensar que el asesino mata sin ningún tipo de problema de consciencia. Es un monstruo.

Así que llegamos a la siguiente conclusión; El hombre no es intrísecamente violento o malvado, es la disfunción de su órgano cerebral la culpable de esta patología. Pero no te relajes, porque también el fenotipo es culpable de nuestras reacciones violentas.

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