frases célebres

martes, 6 de abril de 2010

La bancarrota de los sinvergüenzas


Ahora resulta que la moda es no pagar. Las empresas, respaldadas por un sistema tan sinvergüenza como ellos, cuando ven que no salen los números; deciden dejan de pagarles tanto a empleados como a proveedores. Y !Claro! mientras dure el voto de confianza; se terminan las obras, se declaran insolventes y se llevan calentitos el dinero de una serie de familias que se tienen que apuntar al paro, porque los verdaderos arruinados son ellos. Y así va funcionando un país donde los mayores ladrones son los bancos y los diligentes políticos. Me decía un amigo que trabaja como chófer para peces gordos, que las fiestas que se tragan a costa de las arcas del estado son descomunales. Un estado que o está tonto, ciego o es gilipollas. Y me refiero al estado de verdad, a ese que dice la Constitución que es soberano, a ese que se conforma con cobrar sus cuatrocientos euros de ayuda, a ese que si nada lo remedia terminará trabajando todos los vejetes porque también la Seguridad Social presentará quiebra de un momento a otro, a ese que cree suficiente ir a votar cada cuatro años para lavar unas conciencias con amnesia selectiva. Porque el otro estado, eso es simplemente una oposición a la corrupción y al despotismo más descarado.

Conozco yo, por mi anterior empresa, a varios hijos de mala leche que viven a costa del trabajo de los demás. Te piden trabajos de gran envergadura para pagarte después y tarde con un pagaré que nunca podrás cobrar porque su cuenta tiene más polvo que dinero. Conozco yo, por mi mujer que trabajó para este individuo, que no tiene menos vergüenza porque los pantalones no le están más largos. Resulta que tiene un bar en Fuengirola llamado "El secreto de la abuela II", que promete a sus empleados mil doscientos euros al mes, pagando la mitad al cuarto mes tras haber sido suplicado, rogado, amenazado y hasta acuchillado, teniendo en su haber más denuncias y juicios perdidos que todos los alcaldes y concejales de Marbella juntos. En páginas de Internet hay más denuncias a empresas con facturas y nóminas impagadas que páginas dedicadas al sexo.

¿Qué está ocurriendo? ¿Por qué dejamos que triunfen los embaucadores y los mierdas que viven a costa de los demás? ¿Es esta la ley del más fuerte o del más ladrón?
Que alguien me conteste porque yo no entiendo nada.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Pues supongo que no todos serán igual, que tambien habrá quien realmente no pueda pagar a los empleados, pero ¿por qué no pensamos un poquito más en ellos?, me refiero por supuesto a los empleados, esas personas que trabajan porque tienen que pagar un alquiler o hipoteca, dar de comer a su familia, pagar agua, luz y tantas y tantas cosas que se necesitan para un mes. Pero no, antes de irme yo a la ruina me llevo a unas pocas de familias tambien, así no me voy solo. Siempre pensé que si un negocio empieza a naufragar lo mejor es CERRAR, pero ahora, unos porque se lo gastan todo en juegos, otros en compañias, otros en beber..., y otros porque el negocio no les da ni para pagar a hacienda, que dicho sea de paso, no es que ayude mucho a las empresas, nos vemos muchos empleados que nos echan de la casa de alquiler porque llevamos tres meses sin pagar, nos cortan la luz, el telefono, el agua, no podemos pagar el seguro del coche que necesitamos para ir a ese trabajo donde llevamos no se cuanto que no cobramos, ¡AH SI, PERDON, QUE EL OTRO DIA ME DIÓ 20 EUROS!, tiene cojones, 20 asqueros euros para pagar tres meses de alquiler y ...
En fin señores, en estos tiempos de crisis seamos un poquito mas considerados, a ver si pensamos un poquito en que los que trabajamos para otro en el momento que nos falta un mes el sueldo ya se nos atrasa todo, y tenemos que vivir de la caridad de los demas. De todas formas sé, porque lo he vivido, que todo esto hay a personas que les da exactamente igual, no les importa lo que sus empleados pasen, pero a ellos señores no les falta para nada, para sus copitas por la noche, para sus jueguecitos de cartas y demás, pero que se puede esperar de personas que hasta les da igual lo que le falte a su familia, eso si, como he dicho antes a ellos ni gloria bendita.

Jorge Juan dijo...

Estimado Francisco

El sistema se está agotando, comenzando por su energía el dinero. Hemos gastado mucho mas de lo que somos capaces de producir, y ahora no se puede devolver.

La pelota de impagos, comenzando por la administración pública es imparable. Las empresas dejan de pagar cuando saben que no van a poder atender sus pagos y hacen lo que les marca la ley, convocan un Concurso de Acreedores. El juzgado asignado está colapsado y tarda mucho más tiempo del previsto. El problema ya es más grande.

Probablemente estamos abvocados a un gran Concurso de Acreedores de toda la economía occidental. El decrecionismo económico se convierte entonces como la única alternativa para gestionar el cambio hacia otro modelo.